TREMAÑES GEOLOCALIZADO, EN EL BUEN CAMINO

El diario “EL MUNDO”, en sus páginas de formación del 28 de abril, publicaba el artículo “REALIDAD VIRTUAL: ASÍ TRANSFORMARÁ EL SISTEMA EDUCATIVO”, firmado por Pablo Núñez.

El análisis del texto gira en torno a la realidad virtual y su vinculación con las metodologías educativas innovadoras. Precisamente la realidad virtual es el eje que vertebra el proyecto de investigación que desarrollamos este trimestre en las aulas de Educación Infantil, 1º y 2º de Educación Primaria del CEIP Tremañes: “TREMAÑES GEOLOCALIZADO, TREMAÑES GEOLOCATED”. Como sabéis, es un un proyecto para la mejora comunitaria de las competencias clave mediante el aprendizaje por servicio, la metodología constructivista y el uso de las Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento. Su objetivo es la creación de una ruta virtual geolocalizada de nuestro barrio, Tremañes, utilizando aplicaciones digitales y tabletas, recurriendo también a la robótica infantil para la comprender la translación de la realidad geográfica a otras formas de representación.

El informe publicado afirma que “la realidad virtual no sólo se utilizará en el ámbito del entretenimiento, aplicándose al cine y los videojuegos, sino que también revolucionará las aulas. Los expertos en pedagogía coinciden en que los beneficios de estos avances en el aprendizaje serán suficientemente notorios como para abrirle hueco en el sistema educativo”. En Tremañes hemos decidido que ese momento ya ha llegado: dedicamos estos tres meses a trabajar en las aulas sobre la realidad virtual. ¿Innovación? Puede ser. ¿Necesidad educativa? Con toda seguridad.

El periódico también recoge el pensamiento de PALMER LUCKEY, destacado investigador en materia de realidad virtual: “Si la pantalla es una ventana a través de la cual uno ve un mundo virtual, el desafío de la realidad virtual es hacer que ese mundo se vea lo más realista posible, suene real y se sienta real”. Suscribimos su idea. Y nuestra pequeña contribución es comenzar a preparar a las niñas y niños del colegio para que acepten la realidad virtual como una forma tan “real” y tan válida de comunicación y aprendizaje como cualquier otra.

Pablo Núñez también reflexiona sobre la contraposición que se da entre las nuevas tecnologías (realidad virtual y otros recursos) y el aprendizaje pasivo tradicional. Coincidimos con él, por eso llevamos años practicando el aprendizaje por proyectos. El ambiente de aprendizaje constructivista que buscamos basa los procesos de enseñanza-aprendizaje en la construcción del conocimiento, no en su  reproducción, y recurrimos para ello a tareas auténticas que tienen una relevancia y utilidad en el mundo real. Precisamente es ésta una de las diferencias clave entre el constructivismo y aquellos enfoques teóricos que basan el aprendizaje en el trasvase de información entre personas; en estos métodos lo importante es recibir, no construir; al mismo tiempo, esa transmisión informativa acostumbra a ser pasiva en sus procedimientos y a mantener una direccionalidad vertical jerárquica (de personas adultas hacia niñas y niños). Por el contrario, el constructivismo promociona un aprendizaje activo entre iguales, que se estructura mediante la experiencia y ésta conduce a la creación de esquemas mentales que se agrandan y sofistican.

En esta opción por el aprendizaje mediante proyectos desempeña un papel fundamental el uso de las Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento, porque no sólo son un instrumento de inclusión digital, sino también un recurso estimulante para el aprendizaje (individual y colaborativo) y un medio especialmente favorecedor de experiencias educativas innovadoras.

Encontrar, de vez en cuando, reflexiones como las de Pablo Núñez nos anima a seguir caminando.